Las etapas de la historia

La historia es el estudio de los hechos del pasado de la humanidad.

El paso del tiempo

La historia de la humanidad abarca millones de años, aunque sólo de los últimos se tienen abundantes conocimientos. Para medir el tiempo histórico utilizamos:

• Años, que se expresan con números normales: 1.492.
• Décadas (conjuntos de 10 años).
• Siglos (de 100 años), que se expresan con números romanos: XV.
• Milenios (conjuntos de 1000 años).

Para ordenar los acontecimientos necesitamos una fecha de referencia. En nuestra cultura se eligió para ello el nacimiento de Cristo. Los años anteriores de escriben añadiendo a.C. (antes de Cristo), los posteriores con d.C. (después de Cristo).

Las grandes etapas del estudio del pasado

Los historiadores han dividido el pasado en las siguientes etapas:

• Prehistoria, desde el origen de la humanidad (2 ó 3 millones de años a.C.) hasta la invención de la escritura. (4.000 años a. C.). Subdividida en Paleolítico, Neolítico y Edad de los Metales.
• Paleolítico, desde la aparición de la especie humana (hace unos 2.000.000 años) hasta 10.000 a.C.
• Neolítico, desde el descubrimiento de la agricultura y ganadería (10.000 a.C.) hasta que empieza el uso de los metales (cobre, bronce, hierro).
• Edad de los Metales, desde que empieza el uso de los metales hasta aparición de la escritura en cada lugar.

La historia comienza en cada lugar desde el momento en que se empieza a usar la escritura, y se divide en estos periodos:

• Edad Antigua. Desde la invención de la escritura hasta la caída del Imperio Romano (476 d.C.)
• Edad Media. Desde la caída del Imperio Romano hasta el descubrimiento de América (1492 d.C.)
• Edad Moderna. Desde el descubrimiento de América hasta la Revolución Francesa (1789 d.C.)
• Edad Contemporánea. Desde la Revolución Francesa (1789 d.C.) hasta nuestros días.

(*) Para saber qué siglo corresponde a un año cualquiera eliminamos primero las dos últimas cifras del año. Después añadimos 1 ó -1 (a.C. ó d.C.) al número que queda. El resultado lo expresamos en números romanos. Cuando el año acaba en dos ceros no se añade 1: como no existió el año 0, el siglo primero empezó en 1 y acabó en 100, y así los demás.